Esta será la cuarta oportunidad en que la UdeC se somete a la certificación institucional y lo hace con el convencimiento de que sus estándares de calidad actuales son producto de los aportes de toda la comunidad universitaria.
En 2016, la UdeC se convirtió en la tercera universidad nacional y, la primera de regiones, en ser acreditada institucionalmente con siete años, el máximo nivel que otorga la Comisión Nacional de Acreditación (CNA).
A dos años de que expire esa certificación -vence en noviembre de 2023-, esta mañana, la casa de estudios dio inicio al proceso de autoevaluación para la nueva acreditación institucional, en una ceremonia realizada en la Casa del Arte con aforo limitado y transmitida vía Facebook y Youtube.
Esta será la cuarta oportunidad en que la UdeC se somete a la certificación y lo hace con el convencimiento de que los estándares de calidad que exhibe en la actualidad son producto de los aportes de toda la comunidad universitaria.
“Este nivel de excelencia representa el trabajo de todas y cada una de las personas que integramos la UdeC: estudiantes, trabajadoras y trabajadores administrativos, de servicios y profesionales, académicas y académicos, directivas y directivos”, afirmó el Rector Dr. Carlos Saavedra Rubilar en la ceremonia.
Y por lo mismo, hizo un llamado a cada integrante de la comunidad a hacerse parte de las distintas etapas del proceso que busca la reacreditación.
“Para lograr el objetivo trazado, necesitaremos nuevamente de la participación de todas y todos ustedes, en un esfuerzo conjunto que refleje la excelencia en todas las dimensiones que la CNA revisará en forma obligatoria”, dijo.
Asimismo, enfatizó en el hecho que, de acuerdo a la ley de Educación Superior promulgada en mayo de 2019, las instituciones ahora deberán ser evaluadas de manera integral; lo que significa que deben incluir todas sus sedes, funciones y niveles de programas formativos; carreras y programas de estudio de pre y postgrado en sus diversas modalidades.
La autoridad manifestó su convencimiento de que la Universidad, con sus tres campus y la unidad de Santiago “posee las características requeridas para demostrar que somos una comunidad en mejoramiento constante, comprometida con el servicio público y con las necesidades de desarrollo de los territorios en los cuales se inserta en su contribución al avance del conocimiento de la humanidad”.
La coordinación de la etapa de autoevaluación estará a cargo de la subdirectora de Desarrollo Estratégico, Paulina Rincón González, quien entregó antecedentes sobre las características que tendrá el nuevo proceso de acreditación.
En esta oportunidad, la evaluación considera la revisión de las dimensiones de Docencia y resultados del proceso de formación, lo que incluye pre y postgrado (que antes estaban separadas); Investigación, creación e innovación; Vinculación con el medio, que ahora es obligatoria, y Gestión estratégica y recursos institucionales, además de una nueva área, la de Aseguramiento interno de la calidad.
“Deberemos demostrar en cada una de ellas el cumplimiento del proyecto institucional, así como también el análisis de los mecanismos internos para el aseguramiento de la calidad, considerando tanto su existencia como su aplicación sistemática y resultados, y su concordancia con la misión y propósito de nuestra institución”, indicó la Dra. Rincón.
Etapas
La académica explicó que la autoevaluación o evaluación interna es la primera de las tres fases de que consta la acreditación y consiste en el análisis de las políticas y mecanismos institucionales de aseguramiento de la calidad de la gestión en todas las dimensiones del quehacer institucional.
Luego viene la etapa de evaluación externa -en la que un equipo externo evalúa el grado de cumplimiento de cada dimensión y sus criterios, la veracidad de la información y análisis de la autoevaluación, mecanismos de aseguramiento de la calidad, entre otros-, para llegar a la decisión de acreditación; que es la decisión de la Comisión Nacional de Acreditación, que de acuerdo a la nueva normativa puede otorgar una certificación básica, avanzada o de excelencia.
La subdirectora comentó que, desde septiembre del año pasado, la Dirección de Estudios Estratégicos (DEE) ha estado trabajando en una fase preparatoria de la autoevaluación, a partir de la constitución de un equipo de trabajo que, entre otras cosas, ha evaluado el nivel de cumplimiento de los compromisos de acreditación de 2016 y de los objetivos estratégicos del periodo 2016-2020, además de establecer una ruta de trabajo revisada con apoyo del Consejo Asesor de la dirección y sancionada por el Consejo Académico.
La directiva también ahondó en la importancia de la participación de todos los universitarios en el nuevo proceso, cuyo resultado -dijo- “debe reflejar lo que hacemos a diario y lo que somos: una comunidad comprometida con la excelencia”.
Tarea de todas y todos
Por su parte, Jorge Dresdner Cid, Director de Desarrollo Estratégico (DDE), indicó que «me gustaría enfatizar en un aspecto del proceso de acreditación que normalmente no se hace. Uno cree que la acreditación se tiene que hacer para poder certificar ante la opinión pública que la universidad tiene un determinado nivel de excelencia, pero detrás de la idea tener un proceso de acreditación está el hecho de lo que se quiere es que las instituciones permanentemente se estén mejorando y esa es la parte más importante del proceso de acreditación, que la universidad tenga procesos que lo lleven al mejoramiento continuo, que lo lleven a estar constantemente preguntándose de qué manera puedo hacer las cosas mejor».
«Esta es una oportunidad porque el proceso va a significar que vamos a tener que tratar de incentivar a toda la gente a participar de este proceso, a mirarse, a hacerse una autoevaluación, de qué, de lo que estoy haciendo, lo estoy haciendo bien y qué, de lo que estoy haciendo, lo podría hacer mejor. Eso, en el fondo debería convertirse en una cultura en la universidad».
La Dra. Claudia Muñoz Tobar, Vicerrectora de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio, VRIM, destacó que «la acreditación es un proceso que nos involucra a todas y todos en la universidad, por lo tanto, es muy importante nuestro compromiso como docentes, funcionarios y estudiantes, también, para llevar adelante esta primera etapa que es el proceso de autoevaluación institucional. Quién más que nosotras y nosotros conocemos aquello en qué hemos avanzado y lo que nos falta por desarrollar. Así que somos los principales protagonistas de este proceso que se inicia hoy».
«Nos involucra a todas y todos, tanto al interior como exterior de la universidad, también a nuestros exalumnas y exalumnos, a los empleadores y empleadoras de nuestros estudiantes que egresan, aquellos espacios en los que nuestros estudiantes van a hacer sus prácticas profesionales y preprácticas y la comunidad externa que recibe y se conecta con nuestra universidad para trabajar en conjunto y resolver los problemas de la ciudadanía», enfatizó la vicerrectora.
El Decano de la Facultad de Ciencias Químicas, Dr. Eduardo Pereira Ulloa, dijo que «es un proceso muy relevante para la institución, en el cual debemos estar todos comprometidos. En la experiencia pasada, ha ocurrido que la institución ha sido acreditada por el máximo posible, que son siete años y nuestra aspiración debiera volver a tener es máxima acreditación, no solo por demostrar que hemos mantenido nuestro nivel, sino que demostrando que hemos acrecentado y mejorado, sobre todo, con la mirada puesta en la excelencia. El hito de hoy, que significa comenzar oficialmente el proceso de autoevaluación, es una de las etapas fundamentales. Es poder mirarnos y reconocernos en qué hemos mejorado y avanzado y qué nos queda por seguir creciendo y mejorando en este proceso que es continuo».
Mónica Núñez Vives, Jefa de la Unidad de Aseguramiento de la Calidad Institucional de la Dirección de Estudios Estratégicos, indicó «este proceso es bastante atípico, es primera vez que los vamos a enfrentar de esa manera, y la participación de toda la comunidad universitaria es fundamental. En el contexto de la ley, nos incorporaron una nueva dimensión que es el aseguramiento de la calidad interna y lo que se espera en esta dimensión es que todos y cada uno de los miembros de la comunidad universitaria estén trabajando en pro del mejoramiento continuo de la calidad y en un camino hacia la excelencia. Es fundamental, aquí nadie sobra todo suma, todas y todos estamos llamados a ser parte, porque lo que logramos como institución, lo logramos en conjunto, todos».
En el mismo sentido añadió que «los grandes ejes son concordantes con el del Plan Estratégico Institucional. Son formación; Gestión; Investigación, creación e innovación; Vinculación con el Medio y Calidad. Lo importante es que, si bien el foco está puesto en todos estos ejes, tenemos que dar cuenta, fundamentalmente, cómo las dimensiones de Vinculación con el Medio, Investigación, creación e innovación y Calidad y Gestión permiten un proceso formativo de excelencia».
Ignacio Díaz Velásquez, presidente de la Federación de Estudiantes de la UdeC, indicó que «es tremendamente importante contar con la presencia de estudiantes y los diversos estamentos que existes y coexisten en la Universidad de Concepción. En ese sentido, tenemos un rol importantísimo. El impacto que tiene la acreditación sobre el quehacer propio del estudiantado, es tremendamente relevante. Por eso mismo, la invitación es que podamos trabajar de manera activa de este proceso que, sin ir más lejos, impacta directamente en lo que son el acceso a financiamiento estatal, fondos de investigación, que son relevantes en el proceso de formación que tenemos cada uno y cada una».
Para conocer más sobre el proceso, ver el siguiente enlace.